lunes, 17 de mayo de 2010

Ya lo comentó Isabel Román en el blog de Lama


Me da que en esto de quejarse tanto del discente también hay un poquito de cansancio. He oído condolerse reiteradamente de lo flojitas que entran y salen las últimas promociones, da igual el nivel o la materia, el lamento es general. Y es verdad que los argumentos abruman y los ejemplos también, pero tampoco faltan motivos para lo contrario. Por ejemplo, hace pocos años salió de la Universidad de Extremadura una promoción de Filología Hispánica que a mí me parece para callarse, (o para hablar muy alto). Llegaron de distintas partes de la región y se hicieron amigos en Cáceres. Hoy son gente preparada, viajan, hablan lenguas, critican con argumentos, leen (también a los clásicos, a estos y a otros) y a poco que vaciles, te avasallan con propuestas. ¿Nombres? María José PÁMpano (hasta hace cuatro días dando la cara en Extremadura TV), Flor Barroso (en años sucesivos profesora de Lengua y Literatura Españolas de adolescentes italianos); Beatriz Moriano (referencia indiscutible, pregunten a los alumnos, de Filología Hispánica en la Universidad de Aveiro); Sergio Adillo (teatrero de talento, lo cultiva en los anaqueles del CSIC y lo derrocha en los escenarios, que si el Círculo de Bellas Artes, que si las calles de Venecia…); Antonia Liberal (en la foto, Coordinadora Académica del Instituto Cervantes de Florianópolis), etc.

¿Más? Bueno, pues sí, pero tampoco antes era tanto, y si no, miren, miren. ¿Eh? Pues eso.

8 comentarios:

Flor dijo...

Gracias, Antonio, se agradecen estas palabras en momentos de incertidumbre. Aun así, y dejando en un segundo plano lo que será de nosotros, me quedo con la inmensa suerte de habernos encontrado en el camino y que sigamos manteniendo la amistad a pesar de la distancia. ¡Qué amigos más generosos, más atípicos, más geniales!
Yo me quedo con eso y con la amabilidad y profesionalidad de algunos profesores de la Facultad, que nos animaron a seguir caminos diferentes, que a día de hoy siguen ahí, echándonos una mano y acordándose de nosotros.
Lo que sea de nuestras vidas, ya se verá. La suerte es que nos lo podremos contar.

Isabel Román dijo...

¡Completamente de acuerdo, Antonio, como te puedes imaginar! Ojalá valorásemos más el talento y la creatividad en el mundo académico; otro gallo nos cantaría...Ese grupo que mencionas, y otros lienciados inolvidables para nosotros, merecen la mejor de las suertes.
Un abrazo; y un placer leerte

antónio dijo...

Sí, Flor, sólo veros así, tan cómplices y tan cercanos, ya es una suerte. Y mucha más suerte para esos momentos de incertidumbre.

antónio dijo...

¡Completamente de acuerdo, Isabel! Y qué bien que alguna(o)s lo sabéis ver y valorar. Un abrazo, y muchas gracias.

Beatriz dijo...

Querido António:
Tus palabras y las de Isabel me alegran mucho y me animan a seguir otros caminos. Muchas gracias. Yo también me siento afortunada de saber que me une a ellos una "amistad histórica", por encima de los días y de lo que nos traiga el futuro.
Un abrazo grande.

antónio dijo...

Bea, que disfrutéis la suerte. Un abrazo enorme.

Juan Carlos Sierra dijo...

Pues eso, Antonio. Que somos unos quejicas y además parece que no tenemos memoria. ¡Un brindis por esos jóvenes extremeños y un beso para la que tú y yo conocemos más!

antónio dijo...

Y tú, amigo, has sido uno de los que me ha enseñado a valorar lo que valen (y a quejarse menos).