miércoles, 29 de febrero de 2012

Paradojas y sinvergüenzas


Leo, Luzón se prejubiló del Santander con una pensión de 63,6 millones de euros, y me entran unas irresistibles ganas de vomitar(le encima, claro). Para mí Luzón era siempre el arranque de un poema, La novela de un joven pobre. Paradojas y sinvergüenzas. El engaño, los discursos, los muchos muy jodidos como Pacífico, y estos pocos (e indultados, tiene cojones) jodiendo a los de siempre.
El poema lo leí por primera vez en un apartamento alto en Sanlúcar de Barrameda, daba al Guadalquivir y fueron días de los mejores.
La versión de arriba es de Alejandro Martínez. De él ha dicho el maestro Fernando Lucini en Cantemos como quien respira que “es un gran músico y un magnífico pianista”. Un “joven compositor con mucha experiencia y con muchas horas de música a su espalda –horas de estudio y de interpretación– que le permiten poseer una gran libertad creativa y desarrollar una potente versatilidad en sus creaciones”.

La novela de un joven pobre

Se llamaba Pacífico,
Pacífico Ricaport,
de Santa Rita en Pampanga
en el centro de Luzón,

y todavía le quedaba
un ligero acento pampangueño
cuando se impacientaba
y en los momentos tiernos,

precisamente al recordar,
compadecido de sí mismo,
desde sus años de capital
su infancia de campesino,

en las noches laborables
-más acá del bien y el mal-
de las barras de los bares
de la calle de Isaac Peral,

porque era pobre y muy sensible
y guapo, además, que es peor,
sobre todo en los países
sin industrialización,

y eran vagos sus medios de vida
lo mismo que sus historias,
que sus dichas y desdichas
y sus llamadas telefónicas.

Cuántas noches suspirando
en el local ya vacío,
vino a sentarse a mi lado
y le ofrecí un cigarrillo.

En esas horas miserables
en que nos hacen compañía
hasta las manchas de nuestro traje,
hablábamos de la vida

y el pobre se lamentaba
de lo que hacían con él:
"Me han echado a patadas
de tantos cuartos de hotel…”

¿Adónde habrás ido a parar,
Pacífico, viejo amigo,
tres años más viejo ya?
Debes tener veinticinco.

Moralidades, 1966

martes, 28 de febrero de 2012

El café


Esta mañana en el café los obreros de costumbre, el oriental envejecido desayunando su cerveza de costumbre, la camarera, portuguesa, once años en Bélgica, atenta al telejornal: Suiza: encontraron sin vida flotando en el deshielo al inmigrante portugués dado por desaparecido desde finales de enero. Entonces lo contó, Aquí también encontraron a uno muerto. Trabajaba sin contrato, le dio algo en la obra y el patrón, para evitarse problemas, lo montó en el coche y lo abandonó en un parque. Aún estaba vivo y allí se murió, solito. Le ayudó este que viene… (Ese que viene es uno de los obreros de costumbre, otro día lo cuento).

Hasta mañana, Hasta mañana, los dos abuelos de todos los días, dos veces, dos cafés, los primeros los paga uno, los segundos los paga el otro, españoles de las montañas de León, amigos desde la infancia, más de cuarenta años en Bélgica, obreros jubilados, hablaban de la crisis (buscaban culpables, otro día lo cuento).

Al salir, Sí, este es otro sitio, pero es el mismo mundo otro de Max Ginsburg, tan encima que sigo sin enterarme, sin querer enterarme.

Max Ginsburg, nació en París en 1931 pero es un pintor de Nueva York. Pinta lo que ve con el estilo de hace unos años.  Los vendedores ambulantes, los que dormitan en el metro, en las esquinas, sentados, sucios; las mujeres mayores con el bastón a un lado y la morenita, del brazo, al otro; los sentados al abrigo del poco sol del invierno; los parques, los carritos, etc, etc. Realismo social, quizá vuelva a estar de moda.

domingo, 26 de febrero de 2012

Regreso

Ayer, incluso el jersey. Cuánta molestia innecesaria.



viernes, 24 de febrero de 2012

Cáceres When you are old


En Cáceres por la parte antigua. When you are old, el poema de  Yeats, la voz de Branduardi.

Angelo Branduardi nació en Cuggiono, Milán, en 1950 y es lo que se suele decir un trovador popular con una sólida formación clásica. Un maestro del folclor y de la música antigua. Alguien me dijo una vez que también era un virtuoso del violín y que le oyó cantar aquí.

Desde Cáceres, la voz de Branduardi y su admirado William B. Yeats.

 W. B. Yeats
When you are old and grey and full of sleep,
And nodding by the fire, take down this book,
And slowly read, and dream of the soft look
Your eyes had once, and of their shadows deep;

How many loved your moments of glad grace,
And loved your beauty with love false or true,
But one man loved the pilgrim soul in you,
And loved the sorrows of your changing face; 

And bending down beside the glowing bars,
Murmur, a little sadly, how Love fled
And paced upon the mountains overhead
And hid his face amid a crowd of stars.


Traducción:
    Cuando seas vieja y gris y soñolienta,
    y cabeceando ante el fuego, toma este libro,
    y léelo despacio, y sueña con la suave mirada
    que tus ojos una vez tuvieron, y de sus profundas sombras;

    Cuántos amaron tus momentos de alegre grace,
    y amaron tu belleza con amor verdadero o falso,
    pero un hombre amó tu alma peregrina
    y amó las penas de tu gesto tornadizo;

    E inclinada ante las barras encendidas,
    Murmura, un poco triste, cómo el Amor huyó
    y pasó elevado sobre las montañas
    y escondió su rostro entre una muchedumbre de estrellas.

 (Traducción: blog El Laberinto de la Quimera)

martes, 21 de febrero de 2012

Otro poema de Luisa Antolín

No logro abrir la juala
y que vuelen los pájaros.
Cada día cocino mejor el alpiste
pero han cerrado los picos,
ya no prueban bocado
y aúllan por las noches,
robándome los sueños.

viernes, 17 de febrero de 2012

Tierra raya en portugués


Anteanoche, ya muy tarde, al llegar, un sobre en las manos,

— ¡Toma! Te hicieron un regalo.

Otra vez la generosidad de Mena, ilimitada. Alegría.

Agradecido y convencido, sin duda, una de las personas más entrañables y espléndidas que conozco.

Gracias, Mena (& cía).
 
1.

— Toma, Gonçalo, Aquí tens. O teu primo vai casar.

Puxa! O taxista que se casa com a filha do taxista. Já não era sem tempo.

O convite é convencional, letras douradas, o nome dos pais dela e, no final, em tamanho mais pequeno, pede-se que confirmem a presença. A fulana não deve ter muito tacto. Gordinha, simpática, pintada de loiro, boa, alegre, mas sen tacto. Seja lá pelo que for, pois, caso contrario, bem podía ter evitado ao meu primo aquele vazio no canto do convite. Teria bastado, por exemplo, Julian e Toñi convidam-vos para o seu casamento. Sem mais. Esteve-se nas tintas ao colocar o nome dos pais dela sabendo que o Julian não os tem. Teve-os, mas morreram. Não cheguei a conhecer o pai, Julian tambem não, morreu antes de ele nascer. A mãe, sim, sempre por detrás do balcão, procupadíssima com Julian, obcecada pelos livros, pelos estudos de Julian, porque ele fosse alguém na vida. Mas Julian, que era o mais alegre de todos, o mais bonito, o mais valente, queria ser piloto de Fórmula 1 e isso a sua mãe não o entendia. Morreu sem o entender. Mas já na altura, o Julian tinha-se matriculado em automobilismo e ela já tinha desistido da ideia de ter um filho advogado com escritório no Passeio de Cánovas. Morreu quando o Julian estava no 4º ano, e ele foi o único que naquela noite não se deixou ir abaixo. Dava ânimoa todos nós como se nós todos fôssemos os filhos da defunta. Estava nervoso, é certo, mas sem chorar.

No dia siguente, à tarde, depois do funeral…

Reforma laboral

Envía muchos Daniel Mateu, sonrío y los guardo o los echo a la papelera. Este lo cuelgo

jueves, 16 de febrero de 2012

Un millón en la nave de los locos


Ayer llegó al millón de visitas uno de los blog que frecuento. No me extraña y lo merece. Saber y dedicación, y todos los sombreros de la casa por el suelo.

martes, 14 de febrero de 2012

Buen sitio encontró la jodida para recostarse

 Foto: JFL

A siete leguas de la ciudad de Plasencia, en lo áspero de la sierra, fragoso y cubierto de maleza, se recogieron algunos ermitaños con deseos de servir a Nuestro Señor, apartados del trato humano, cuanto bastaba para la soledad y vida que pretendían. Los dos de ellos vivieron primero en una ermita que estaba en los arrabales de la misma ciudad de Plasencia, llamada San Cristobal; viendo que las ocasiones no eran allí menos difíciles y frecuentes que las de la primera vida, acordaron de retirarse a la montaña e huir los encuentros y peligros. Comenzaron a caminar por peñas y piedras por caminos ásperos, que lo son mucho las faldas de aquellas sierras, y vinieron a dar junto a una villa de la misma jurisdicción de Plasencia, llamada Quacos. Junto a ella, levantado en la ladera, poco más de un cuarto de legua, consideraron el sitio a propósito de sus pensamientos.

(José de Sigüenza, La fun dación dele monasterio de Yuste en la Vera de Plasencia).


Sé de un monasterio en España;
Una elevada pila de rocas que
Yace entre campos yermos y altas sierras.
Severo, sin adorno alguno, con bóvedas tenebrosas,
Como un féretro gigantesco.
¡Ese será mi futuro imperio!

(Eduart Prutz, Motitz von Sachsen. Trauerspiel in fünf Akten,1884. Citado por Rodriguez Salgado, “Los últimos combates de un caballero”, citando a Martina Fuchs, no sé si citando a quién)


Cementerio Alemán (Yuste)
1945
“In balance with this life, this death.”
[W. B. Yeats]

Ahí las tenéis, miradlas: son las arteras armas de la noche,
apacientan la anchura de la nieve
y el cristal apagado de una campana fría.

Son los trenes que silban –tan negros- por el sueño,
y es el olor violento del barro y su horizonte
helado en el que cantan las bocas de los muertos
sus canciones de escarcha que hieren los oídos.

Son, mirad, estos hombres, hundidos o tocados
en un juego siniestro de naves por la sangre,
de aviones incendiados en el fondo de un bosque.

Cuando flotan las luces tras la niebla,
cuando pisan su sombra y la sombra les muerde
con sus dientes de hielo, con sus desolaciones.

2005
“The years to come seemed waste of breath.”
[W. B. Yeats]
De seis en fondo ahora, la formación de cruces
insiste en recordar al caminante
la estirpe de estas muertes militares,
la raíz malograda que se pudrió en sus tumbas.

Cae el hielo de la tarde como antes vuestros cuerpos,
como cayó la tierra sobre vuestras canciones,
como han ido cayendo las hojas de estos robles
hasta dejar ausente su esqueleto de acero.

Con la anónima nieve de la muerte,
sobre vuestra tristeza ha crecido la hierba
y esa hierba persiste verdemente
en el sueño invertido de vuestro escalofrío,
en vuestro duro nombre de muertos extranjeros
y en el asombro sepia de vuestra adolescencia.

Habíais dejado apenas el mundo de los juegos
para seguir jugando con torpe ardor de guerra.
Para acabar así, convertida ya en mueca
la risa irresponsable que se heló entre las nubes
o devolvió desnuda la crueldad del océano.
Para acabar aquí,
lejos de vuestra casa y de su sombra íntima.
Aquí, donde conviven la pena y la vergüenza
y la costumbre junta el horror y el silencio
en el último espasmo que heló vuestra mirada
azul y fría y extraña, vuestra última sorpresa
al contemplar de pronto la muerte cara a cara,
tan extraña como estos olivos contra el cielo.

Y ahora estáis en la muerte y seguís sin saberlo.
Lo sabe el caminante cabizbajo
que mira conmovido vuestras tumbas
y contempla el sendero que él también cruzará
otra tarde de hielo, sin hierba, pensativo.

En un rincón del tiempo se acumulan las zarzas
que acabarán ardiendo en una hoguera fría
con los huesos más tristes de la historia.

Y la tierra os ha dado no tan solo reposo:
os da una dignidad que en vida no tuvisteis,
la dignidad del muerto en un bosque extranjero.
Porque para la muerte todo suelo es extraño
y un hombre es extranjero en cualquier cementerio
que visiten sus ojos pensativos.
Un hombre es extranjero en cualquier cementerio en que repose.

(Santos Domínguez Las sílabas del tiempo)

lunes, 13 de febrero de 2012

Ojos negros 1


Nada de ruso, y sin embargo que agradable resulta escuchar a Sophie Milman interpretando lo que debieron de ser los ojos negros de su infancia.

    Очи черные, очи страстные
    Очи жгучие и прекрасные
    Как люблю я вас, как боюсь я вас
    Знать, увидел вас я в недобрый час

    Ох, недаром вы глубины темней!
    Вижу траур в вас по душе моей,
    Вижу пламя в вас я победное:
    Сожжено на нем сердце бедное.

    Но не грустен я, не печален я,
    Утешительна мне судьба моя:
    Всё, что лучшего в жизни бог дал нам,
    В жертву отдал я огневым глазам!

   

    Ojos negros, ojos apasionados
    Ojos ardientes, hermosos
    Cómo os quiero, cómo os temo
    Tal vez os conocí en un momento maldito

    Oh, por algo sois más oscuros que lo profundo del mar
    Veo en vosotros el duelo por mi alma
    Veo en vosotros una llama de victoria
    Consumido en ella, un pobre corazón

    Pero no estoy triste, no estoy triste
    Encuentro consuelo en mi destino:
    Todo, lo mejor que en la vida Dios nos ha dado
    Os lo sacrifico, ojos de fuego

domingo, 12 de febrero de 2012

La Isla de las Viudas, por ejemplo

Foto: esteban félix El País

Hay mañanas en que se amanece más sensible, mañanas en las que el periódico sólo duele

sábado, 11 de febrero de 2012

Por entre el frío solos y a escondidas

Foto: La lechuza

Al café, llega uno tras otro, como una procesión, de hormigas, discontinuos, la puerta, la sonrisa, la bolsa al lado, las copias de deuvedés apiladas en la mano, a veces, del bolsillo, tres relojes, mostrándolos por las mesas, a cada paso la sonrisa, el no, no, no, raramente el no y la mirada, y otra vez el frío ante la puerta.

Los veo alejarse tras el cristal, solos, y me conmueve su entereza, se eu fosse enlouquecia, tanto no, ese frío afuera.

viernes, 10 de febrero de 2012

Descubrimiento de la herida


Lo llevo días consigo en la mochila. En los mismos sitios a distintas horas. Es Descubrimiento de la herida de Luisa Antolín Villota. Un libro estructurado en cuatro partes: Preludio en la isla, Tránsito, Brumas de Flandes y Los cuarenta ladrones, que es un recorrido por las geografías de su autora, las de fuera (Menorca, el viaje, el nuevo destino) y las de adentro (esos pájaros que no dejan de piar y se han declarado en huelga de hambre). Es también un agradecimiento a las enseñanzas de Gamoneda, “la vida es larga, ciega a veces, pero hermosa”.

La de Luisa Antolín es una poesía reflexiva y valiente que no se deja intimidar por los temas de siempre: la pérdida (“Al decir adiós duele la memoria”), el tránsito (“¿Qué le ha pasado a mis ojos?), la poética (“¿De quién son estas manos tan familiares?”), el estar (“tronco aún movido por el viento”), la necesidad (“Sólo la poesía ventila mis ojos de pájaros negros”) o la insuficiencia (“Hasta el ancla de los libros se convierte en ceniza”). Una poesía comprometida (con ella y) con su tiempo (“Lo peor no es que lleve una venda en los ojos / y que le hablen a gritos, robándole la luz. / Lo peor es saber que esos ojos existen / y ponerte la venda, para no verlos tú”), que duele (“Ha pasado el invierno, / vuelve a flotar el polvo de las habitaciones, / allí está también el dolor de la luz”)  y que consuela (“Aquí, ahora, / la arena caliente cayendo entre mis dedos / esto es vivir, esto es vivir”).

Un diálogo continuo que a veces estremece. Que duda, que se reencuentra apoyada en la imagen del espejo o se despide “por una pequeña rendija” (“Siempre hay algo que se escurre por las ranuras”) como un verso suelto que (“se pierde para siempre”). Para reaparecer siempre (“para ser otra”), de nuevo, sola y reinventada: “Soy de dentro a fuera y el rostro / una amiga, / que me encubre y que me quiere”.
 
Luisa Antolín, Descubrimiento de la herida, Ediciones Vitruvio, 2009.

jueves, 9 de febrero de 2012

200 veces Versión original

Foto: Jorge Rey. Hoy

Lo había leído en el HOY, "Una rareza para cinéfilos, un capricho de papel en plena era digital, un homenaje al cine y a las películas hecho en Cáceres cada mes desde hace 18 años. La revista Versión Original cumple sus 200 números y lo celebra con un número especial (...) en el bar La Fontana". También en dos de los blogs diarios: mayora y malama.

La revista me llegó hace un par de semanas y ayer buena parte de la tarde leyéndola. Una satisfacción. Encomiable la labor de la Fundación Rebross y Paco Rebollo, tan contento, en la foto. Gracias.

martes, 7 de febrero de 2012

Fernando Lanhas

 
O2-44 óleo sobre cartón, 1943-1944
Ayer murió Antoni Tàpies, antesdeayer Fernando Lanhas, los dos habían nacido en 1923 y se han ido casi de la mano. Recuerdo a Fernando Lanhas en su casa de Oporto. Fui varias veces (una de ellas con Emilia esperándome afuera, urgencia, sudor frío, el coche en mitad de la avenida, el tranvía pitando, cuántas veces luego en el Península ¿Te acuerdas, Emi?). Hablamos mucho, en aquella terraza interior, a voces, yo le preguntaba por las pinturas de Álvarez y él me hablaba de los fósiles de la sierra de Valongo, a veces, también de Alvarez y de sus años mozos, siempre con una curiosidad que entusiasmaba. Una tarde le grabé durante horas. Luego me gasté lo que tenía: uma sande mixta, dos cervezas, la terraza, el cuaderno, la grabadora, la disposición a transcribir, a redactar, ¡Dios!, la cinta vacía. El disgusto me duró de madrugada, y después aún seguía.

Hoy ya es sólo esto, algo melancólico, la satisfacción por haber estado con aquel hombre generoso, cercano, estas líneas agradecidas.


Foto: Paulo Pimenta. Público