miércoles, 30 de marzo de 2011

Gonçalo M. Tavares en Bruselas

Gonçalo M. Tavares y Harrie Lemmens

Hace unos años, cuando nos llegaron unos cuentos de un tal Gonçalo M. Tavares para publicarlos en Manga Ancha, el comentario fue unánime, Qué buenos. Entonces Gonçalo M. Tavares era completamente desconocido en España y hoy es el nombre con más proyección de la literatura portuguesa y no solo en España. El otro día estuvo aquí, lo presentó Harrie Lemmens, el traductor al flamenco de Fernando Pessoa, Eça de Queirós, José Saramago, Lobo Antunes o Mia Couto, y anunciaron que iba a hablar sobre la angustia y la neurosis del hombre posmoderno y de su incapacidad para permanecer en un mismo sitio.

Fue una charla lúcida y sentida, tono grave, leve firmeza en las palabras y mucha inteligencia. También algunos cuentos para explicarse. Por ejemplo, era costumbre, en otro tiempo en otra sociedad, cuando la gente viajaba en carros, que la carroza que abría la expedición fuese indicando el camino a las que venían detrás con una manzana. Llegaba a un cruce y donde situaba la manzana era la dirección que había seguido. La clave estaba en el fruto, no sólo era un indicador espacial sino también temporal, los que venían detrás sabían por dónde tiraron y cuánto hacía que pasaron. Para GMT, esto es también una metáfora de la literatura. Nadie nos obliga a ir por donde fueron las generaciones anteriores, pero conviene saber la dirección que tomaron y cuánto tiempo hace. La literatura es eso, tradición e innovación, ni siempre por los caminos trillados, ni perdidos por no saber lo imprescindible.

Luego hubo más cuentos, por ejemplo, el de los nueve dedos, metáfora de la insatisfacción permanente del hombre moderno, un hombre desorientado, quitó los santos de los altares y puso máquinas; hace siglos decían, fulanito se salvó, y era la vida eterna; ahora decimos, fulanito se salvó, y son sólo unos años más de vida. Para GMT, la salvación, si es, está en los libros. No hacen a los hombres más buenos pero sí más lúcidos. Por cada libro leído cien gramos de lucidez, si es de humor, cien gramos de humor. Además los libros ayudan a perder el miedo, y ya se sabe que el miedo genera violencia. Y ejercitan la memoria, la histórica es imprescindible, dijo, la desmemoria es un crimen, quien no tiene memoria se pierde y pierde a quienes les siguen…

Fue una hora de charla y medio kilo de lucidez, por lo menos.

lunes, 28 de marzo de 2011

Bernardo Atxaga en Passa Porta

Bernardo Atxaga y González Encinar, directora del I Cervantes de Bruselas.

Antonio Muñoz Molina publicó este sábado en El País un artículo titulado Los hipnotizadores, los hechiceros en el que hablaba del egocentrismo grotesco de unos pocos artistas y de la calidad personal de la mayor parte. Me consta que su santa está en este último grupo. También Bernardo Atxaga, se vio ayer.

Bernardo Atxaga habló en la Place de la Monnaie de una obra leída y admirada. También de cuando con veintitantos años se fue a Burdeos a gastarse en libros todo lo que tenía porque había decidido abandonar su previsible trabajo de contable por la necesidad de ser escritor. Luego dijo cosas que interesan, sobre todo a quien ya algo envejecido anda aún a vueltas con estas dudas de entonces. Esto es, la novela es siempre una consecuencia del escritor, no se puede escribir sobre lo que es ajeno; las novelas se escriben partiendo de un sentimiento; el tema se impone, pero para escribir sobre la tragedia, la que sea, hay que llevar una tragedia consigo, etc. Y también habló de los lectores, de su don para multiplicar lo que el autor escribe; y de los poetas, de lo malos que pueden llegar a ser algunos poetas. De esto último puso un ejemplo, pero eso es otra entrada.

Luego, ya más a solas, con Iratxe, con Elisa, con Teresa, Bernardo Atxaga habló también de aquel verano en Viandar de la Vera camino Nueva York, de una noche de fuego, de un forastero con caldereta, de un cuento con burro…

Lo dicho, un escritor admirado y un hombre cercano.

viernes, 25 de marzo de 2011

Lo que me queda por vivir


Lo que me queda por vivir no entrará en la historia de la literatura como una novela sesuda, tampoco creo que lo pretenda. Sin embargo es una excelente novela. Da gusto leer cosas así, vale cualquier sitio, la longitud del sofá, el asiento de la marquesina, de pie en el tranvía. Está bien escrita, crea ambientes con facilidad, habla de gente a la que se quiere y gente a la que sólo se soporta; en cualquier caso, gente corriente, personajes diarios, vidas vecinas. A veces son solo pinceladas y da gusto, otras son esbozos retocados continuamente y acaban siendo verdaderos retratos. Una novela en la que viniendo a cuento se dicen cosas como “Qué difícil era y es traicionar al grupo y qué fácil ser desleal con uno mismo”; o “jamás se debería hacer el amor cuando el amor hace daño”. Ya digo, hay mucha lucidez en esta novela sin pretensiones y repleta de guiños, varios momentos de esos en los que, en ese mismo tranvía, uno se ríe espontáneamente, y también otros en los que, ese mismo, busca con disimulo alivio por la ventana. Recomendable.

martes, 22 de marzo de 2011

El rojo y el verde y el negro


Hay poemas que se leen una vez en sitios improbables, luego se imprimen, se doblan, se guardan y se vuelve a ellos como a la voz de Alfredo Zitarrosa (gracias, Pedro). Son versos que admiten muchas lecturas y que tienen tardes precisas para ello; uno de esos es este de aquí abajo, y hasta hace nada no sabía de su autor sino su nombre, Rafael Suárez Plácido.

El rojo y el verde y el negro

Ella está tumbada en el sofá rojo,
la cabeza de lado
sobre la manta verde
que tanto le gustaba.
Yo alargando la espera
y empeñado en negar lo que ya es cierto,
entré en su habitación
para pedirle el libro
que ayer leímos juntos y escapar.
Pero estoy a su lado
y le acaricio el cuello, víctima
de una contradicción
que no sé si quiero resolver
ni cuánto va a costarnos. Me pregunta:
Dime cuándo has sido feliz.
Le respondo que ahora.
Y cuándo más infeliz.
También ahora.

Se aparta el pelo negro de la cara,
entonces lo tenía algo más largo,
y me dice:
Pensaba que venías a salvarme.

lunes, 21 de marzo de 2011

De dioses y hombres


"Nosotros somos los pájaros y vosotros las ramas sobre las que nos posamos; ¿qué nos ocurrirá si marcháis?" La respuesta fue quedarse, y el compromiso y la valentía les costó la vida. De dioses y hombres, de Xavier Beauvois, es sobre todo eso, una película sobre unos pocos hombres valientes y comprometidos con sus ideas y con su gente. Una película respetuosa y conciliadora, una mirada amable y ejemplar de quienes supieron vivir la religión de una manera sabia y generosa. Conmueve que todo eso fuera cierto, que siete monjes franceses de un monasterio en la zona argelina de Tibhirine fueran secuestrados en 1996 y luego asesinados por radicales islamistas, conmueve el silencio de entonces y se agradece el dolor de ahora. Una película lenta, intimista, excelente; con algunas de esas escenas que se ven para quedarse, por ejemplo, la escena en el refectorio con los frailes despidiéndose con vino, conmovidos, mientras escuchan El lago de los cisnes, o ese último plano, magistral la fotografía de Caroline Champetier, con los monjes perdiéndose en la niebla. Interpretaciones fabulosas. Cine del bueno.

sábado, 19 de marzo de 2011

El sueño del celta

 

"Por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual", esas fueron las razones que dio el secretario de la Academia sueca aquel mediodía de octubre cuando después de salir por la famosa puerta blanca anunció el premio Nobel de 2010 para Vargas Llosa. Al mes siguiente estaba El sueño del celta en la calle y, unos días después, camino de casa. Fueron acertadas las palabras de la Academia, es verdad, la literatura del gigante peruano cartografía el poder y denuncia su violencia y sus victorias. Sin embargo El sueño del celta tiene todo eso y no es como los otros, son cuatrocientas cincuenta páginas pero es más pequeñito. Bien documentado, bien escrito, doloroso, y, sin embargo, es como si sobraran datos y se echara en falta literatura. Quizá por eso se pasó varios meses en la mesilla.

jueves, 17 de marzo de 2011

Rue Haute


Lo llaman la calle alta y hacía días que no pasaba por allí. Lo hice al principio, nada más llegar, varias veces y sin saberlo. Fue la puerta de entrada y resulta que esta calle larga lo ha sido siempre. Cruza el viejo Marolles y termina(ba) en una de las siete puertas de la vieja Bruselas. Ya no es la rue pauvre et crapuleuse de otro tiempo, pero sigue teniendo un cierto saborcillo de esa canalla. Me gusta más la acera de los pares, en el 132 vivió Brueghel el Viejo y el 164, haciendo esquina, dicen, es una vieja casa española. Al final, más España, La Villa Rosa, Bar à tapas, cuisine espagnole.

© Colline on Flickr, 07/2009

miércoles, 16 de marzo de 2011

Boubacar Traore


Esta mañana, al entrar en el café, la voz de Boubacar Traore, y me reconcilió con el mundo.

lunes, 14 de marzo de 2011

Días de Brines

Foto Jesús Císcar El País

Hay días en que, tal vez, si acaso algún poema de Brines, tal vez, si acaso la Canción de los cuerpos de El otoño de las rosas.

La cama está dispuesta,
blancas las sábanas,
y un cuerpo se me ofrece
para el amor.
Abramos la ventana,
entren calor y noche,
y el ruido del mundo
sea solo el ruido
del placer.
Que no hay felicidad
tan repetida y plena
como pasar la noche,
romper la madrugada,
con un ardiente cuerpo.
Con un oscuro cuerpo,
de quien nada conozco
sino su juventud.

sábado, 12 de marzo de 2011

On the move en Passa Porta


Oír hablar. Siempre gusta oír hablar a quien se ha leído o a quien se quiere leer. Suele ser, con raras y notorias excepciones, un placer y un estímulo. En Bruselas se acercan días para estimularse. El 24 de este mes se inaugura el Festival Passa Porta, es bienal y esta es su tercera edición. Han invitado a 92 escritores de 22 países y los van a repartir por 24 lugares de Bruselas. El tema es On the move (très Kerouac). Viajes de todo tipo, supongo, interiores, ajenos, inminentes, impuestos, necesarios… Está previsto que la inauguración corra a cargo de Jens Christian Grøndahl (un escritor muy poco editado en castellano, salvo error, sólo Silencio en octubre, publicado por Salamandra con traducción de Juan Mari Mendizabal en 2001). La clausura ya es otra cosa: Orhan Pamuk. Y entre uno y otro muchos nombres respetados y no leídos: Philippe Claudel, Douglas Kennedy, Juli Zeh, Péter Esterhazy, Jean-Philippe Toussaint, David Van Reybrouck, Mathias Enard, Björn Larsson, Jean-Christophe Rufin, Connie Palmen, Sandro Veronesi, Erwin Mortier, Philippe Djian, Jean-Luc Coatalem…y son sólo algunos.

Quizá este sea el momento (por partes y con tiempo, claro).

viernes, 11 de marzo de 2011

El blog de Emilio


Emilio Garcia Prieto acaba de inaugurar su blog. Lo hace con la intención de dar opiniones independientes sobre la educación en España y de España en el exterior. Pero no sólo, también quiere hablar de literatura, de cine, de gastronomía… Según dice lo va a hacer desde la perspectiva inocente de quien se ve como un disfrutador

Mucha suerte y muchas entradas.

martes, 8 de marzo de 2011

Chico & Rita en Flagey


Chico & Rita es la historia de amor entre un pianista y una cantante en la Cuba de finales de los años 40. Es también la primera colaboración entre Fernando Trueba y Javier Mariscal. La crítica no ha sido excesivamente generosa, pero a lo mejor no es mal plan (si se puede, claro). Se estrena esta noche (Flagey Center, Place Sainte Croix, 4), en el marco del Festival Anima de Bruselas. La animación es otro mundo, y aquí, un mundo muy querido.

sábado, 5 de marzo de 2011

Bernardo de Miguel premio Madariaga

Hace un par de días se fallaron los Premios de Periodismo Europeo Salvador de Madariaga. En esta XVII edición, uno de los galardonados ha sido Bernardo de Miguel, corresponsal en Bruselas de Cinco Días (los otros premiados fueron Ángeles Bazán de Radio Nacional de España y Ramiro Villapadierna de Abc). En el fallo se dice que el jurado ha querido destacar la capacidad de De Miguel para "transmitir las informaciones de la UE de la forma más pedagógica". Es verdad, Bernardo, que es también corresponsal de Cuatro y lo fue de CNN+ hasta lo del fiasco, es un hombre que escribe con criterio y empatía, sabe lo que tiene entre manos y lo expone con sencillez y rigor, uno lee y aprende, y si quiere, piensa y se indigna. Pero en sus textos no hay acritud, tampoco en su conversación, él es uno de esos tipos raros que saben escuchar, que cuando disienten lo hacen con criterio y sinceridad, y nunca ofenden.

También es un hombre apegado a Extremadura (otra vez Cachorrilla conexión)

jueves, 3 de marzo de 2011

Bennis en Casa Árabe


Esta tarde noche en Casa Árabe de Madrid se presenta Un río entre dos funerales de Mohammed Bennis. Bennis nació en Fez en 1948 y es uno de los escritores más reconocidos y apreciados de la literatura marroquí contemporánea. Su obra poética es extensa: El preverbo (1969) Algo sobre la opresión y la alegría (1972) Cara reluciente a lo largo del tiempo (1974), Hacia tu voz vertical (1980), Temporadas de Oriente (1986), Hoja del esplendor (1988), Temporadas de Oriente, Negruzco de la morada matinal (1990),  Don del vacío Libro del amor (en colaboración con el artista iraquí Diaa Alazzaoui) (1995), Espacio pagano (1996), etc. Pero también es un animador de la vida cultural de Marruecos, y prueba de ellos es haber sido el creador de la revista Attakafa Aljadida (Nueva cultura) o el fundador (junto a Mohamed Bentalha, Salah Boussrif y Hassan Najmi) de la "Casa de la poesía en Marruecos". Es también uno de los más importantes críticos y teóricos de la poesía árabe contemporánea.

Mohammed Bennis colaboró en el número 0 de la revista Manga Ancha con este poema:


El amor, río de la eternidad


Sólo riachuelos
que comunican
en su desnudez
éste es el amor

yo soy quien dice
los semejantes se confían
los parecidos se comunican

yo soy quien dice
las partes del alma se parecen
los semejantes
se concilian

yo soy quien dice
he vivido
he visto
toma lo que he aprendido de ellas y de mí
es el amor quien combina las almas semejantes

el secreto del cerco está en ti
el secreto de la dispersión
está en ti
oh alma
de los mundos ocultos

yo soy quien dice
lo que del alma se adueña sólo acabará con la muerte
y tú
vuela alto
y vuela
en el espacio del tatuaje
sigue
la llamada del agua
a ti, paloma,
te pongo un collar de deseo
y tú, alma, así eres
nube que empuja otra nube