Anoche, en la Biblioteca Nacional de España, se presentó la nueva colección Historia de la literatura española editada por Crítica. Lo hicieron el filósofo y académico Emilio Lledó y el catedrático de Literatura de la Universidad de Zaragoza y director de la obra José Carlos Mainer.
Fue un placer oír a Lledó. Dijo, “Sería triste que por muchos problemas que hubiera en nuestro país, se nos olvidara que la mayor preocupación debe ser la educación y la cultura”. Luego dijo que decía esto porque había oído rumores que le llenaban de inquietud. Y entonces, al escuchárselo, a mí se me repartió la inquietud por el cuerpo, y me revolví en el asiento, pero por unos rumores que yo no he oído.
Luego citó a Platón, “somos seres intermedios” e hizo un canto en pro de la historia. Se puso serio: “Quien nos domina el pasado, nos domina el futuro. Quien nos falsifica el pasado, nos falsifica el futuro. Es un error inconcebible la obsesión por borrar el pasado colectivo, una aberración”. También dijo que sospecha de quienes quieren borrar el pasado (colectivo o individual), porque, se preguntó, ¿no será una clave para justificar cualquier vileza en el presente con la esperanza de que jamás será recordada?
Y dijo otras muchas cosas, pero yo me quedé con lo de que somos “seres efímeros, seres montados en los días”.
Acabó con esta cita de Nietzsche, es del prólogo a Aurora, “El arte al que me estoy refiriendo no logra acabar fácilmente nada; enseña a leer bien, es decir, despacio, profundizando, movidos por intenciones profundas, con los sentidos bien abiertos, con unos ojos y unos dedos delicados”.
De la obra presentada, Lledó dijo que no se parece en casi nada a las otras historias de la literatura. Esto mismo también lo dijo Mainer, quien además explicó el origen de la obra; y sus intenciones: poner(se) al día con los conocimientos aportados por la última generación de estudiosos en la materia; y hacerlo de una manera diferente, con nuevas preguntas y nuevos enfoques, con un modo de escribir historia distinto al de sus predecesores.
Fue un placer oír a Lledó. Dijo, “Sería triste que por muchos problemas que hubiera en nuestro país, se nos olvidara que la mayor preocupación debe ser la educación y la cultura”. Luego dijo que decía esto porque había oído rumores que le llenaban de inquietud. Y entonces, al escuchárselo, a mí se me repartió la inquietud por el cuerpo, y me revolví en el asiento, pero por unos rumores que yo no he oído.
Luego citó a Platón, “somos seres intermedios” e hizo un canto en pro de la historia. Se puso serio: “Quien nos domina el pasado, nos domina el futuro. Quien nos falsifica el pasado, nos falsifica el futuro. Es un error inconcebible la obsesión por borrar el pasado colectivo, una aberración”. También dijo que sospecha de quienes quieren borrar el pasado (colectivo o individual), porque, se preguntó, ¿no será una clave para justificar cualquier vileza en el presente con la esperanza de que jamás será recordada?
Y dijo otras muchas cosas, pero yo me quedé con lo de que somos “seres efímeros, seres montados en los días”.
Acabó con esta cita de Nietzsche, es del prólogo a Aurora, “El arte al que me estoy refiriendo no logra acabar fácilmente nada; enseña a leer bien, es decir, despacio, profundizando, movidos por intenciones profundas, con los sentidos bien abiertos, con unos ojos y unos dedos delicados”.
De la obra presentada, Lledó dijo que no se parece en casi nada a las otras historias de la literatura. Esto mismo también lo dijo Mainer, quien además explicó el origen de la obra; y sus intenciones: poner(se) al día con los conocimientos aportados por la última generación de estudiosos en la materia; y hacerlo de una manera diferente, con nuevas preguntas y nuevos enfoques, con un modo de escribir historia distinto al de sus predecesores.
Luego ya, los agradecimientos y esas cosas.
[Las cursivas de la cita de Nietzsche son suyas. De Nietzsche, digo]
[Las cursivas de la cita de Nietzsche son suyas. De Nietzsche, digo]
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