Hay un personaje de una novela de Juan Gabriel Vázquez que se llama Antonio.
En la página 66 de El ruido de las cosas al caer ese personaje dice "los diarios siempre me han parecido ridículos, una vanidad o un anacronismo: la ficción de que nuestra vida importa".
Hoy otro António de una ficción distinta piensa (casi) lo mismo, de este blog, por ejemplo.
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