viernes, 15 de abril de 2011

Bruselas

 
Iba a ser de rutina, pero luego vino lo del olvido y entonces ha sido una rara mañana de paseo. Un poema de Teresa Agustín (ese que dice, En septiembre soy sólo una mujer / que espera y espera un tren), algunos otros de Rafael Suárez Plácido (Ten cuidado, Rafa, si la conoces / ya nunca más querrás a nadie), una mujer, oh sí, negra y triste que arrastraba por la calle equella cama litera, algunas obras expuestas de Etienne Bossut frente a la Fundación Kasa-Vubu, baratijas al sol de la Place du Jeu-de-Balle, un nos-nos en la Avenida Stanlingrado, muchas páginas de Ovejero, manzanas rojas en una tienda de la esquina, el paseo, esta tristeza imprevisible…

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