miércoles, 12 de enero de 2011

La frontera que nunca existió


Era otra lectura pendiente. Trata de un espacio muy querido, un espacio vivido durante varios años, una tierra recorrida y andada muchas veces. Ya se sabe que las tierras de frontera difícilmente pueden dejar a alguien intacto.  Con Pedro L. se fantaseó alguna vez con hacer algo parecido. 

La frontera que nunca existió es un librito ameno y entrañable, un reportaje de doscientas páginas que de bueno sabe a poco, está bien documentado sin caer en la erudición y despierta muchas ganas de visitar lo que se cuenta. Alonso de la Torre demuestra ser un buen observador, un hombre de la calle que mira con curiosidad lo que tiene delante, que hila fino cuando hace falta y que sabe ver. En fin, un librito lleno de sonrisas y con alguna carcajada. Para los que viven cerca o para quienes quieren acercarse, una lectura muy recomendable.

No hay comentarios: