De frente, lo fotografiado, de detrás, la voz de Amancio Prada, y como un envoltorio el poema de Juan del Encina.
No te tardes que me muero,
carcelero,
no te tardes que me muero.
Apresura tu venida
porque no pierda la vida,
que la fe no está perdida,
carcelero,
no te tardes que me muero.
Bien sabes que la tardanza
trae gran desconfianza;
ven y cumple mi esperanza,
carcelero,
no te tardes que me muero.
Sácame de esta cadena,
que recibo muy gran pena,
pues tu tardar me condena.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
La primer vez que me viste
sin te vencer me venciste;
suéltame, pues me prendiste.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
La llave para soltarme
ha de ser galardonarme,
proponiendo no olvidarme.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
Y siempre cuando vivieres
haré lo que tú quisieres
si merced hacerme quieres.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
Versión de Amancio Prada
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