Fue en Oviedo, en aquel edificio de Salesas, al salir por la puerta que llevaba a los alsas y a mi casa, su voz, buah, sobre mis pasos y allí retenido a la puerta de la óptica, disimulando, oyéndola.
Y luego buscándola, también por las tascas de Mindelo en San Vicente, con Teresa y Toñi, qué buenos los días, aquellos dos muchachos de Oporto, el viaje en avioneta con la vieja yéndose con el año viejo. Y desde entonces, cuántas veces.
Y luego buscándola, también por las tascas de Mindelo en San Vicente, con Teresa y Toñi, qué buenos los días, aquellos dos muchachos de Oporto, el viaje en avioneta con la vieja yéndose con el año viejo. Y desde entonces, cuántas veces.
2 comentarios:
Como siempre, un blog estupendo. Un beso desde las Vegas Altas.Cristina Ruiz.
Feliz año Amigo, te mande un mail pero nose si llegaste a recibirlo por eso uso esta via espero que todo vaya muy bien, un abrazo
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