domingo, 9 de diciembre de 2012

Pedirle de limosna una sonrisa



La letra y la música es de E. Grenet, E., de Eliseo, el mayor de los hermanos E. Grenet, viajero infatigable, los otros dos, que sepa, eran Emilio y Ernesto, más nuevos y menores. La interpretación es de Chino” Ortiz Tirado, el doctor catedrático y filántropo, el médico de cabecera de Frida Kahlo. Me gusta este bolero pegadizo, lo oí por primera en Montmartre, con mucho frío; un día sin crepitar, ni fonógrafo, ni lumbre, sólo eso, afuera y adentro, aquel frío.

Esas perlas que tú guardas con cuidado
en tan lindo estuche de peluches rojos;
me provocan, nena linda, loco antojo
de contarlas beso a beso enamorado (bis).

Quiero verlas como chocan con tu risa,
quiero verlas alegrar con ansias locas
para luego arrodillarme ante tu boca, y
pedirle de limosna una sonrisa (bis).

El enlace debe de ser este: http://youtu.be/VuZOCdpGR1I

miércoles, 21 de noviembre de 2012



Entonces

Desayunaba cada mañana con la crónica de Eduardo Prado Coelho en el Público, luego se pasaba el día leyendo a José-Augusto França, en los recreos y festivos temblaba con los textos de Eugénio de Andrade. Fantaseaba con la idea de invitarlos a cenar, con que aquella cena imposible le ayudara a desbrozar este país del que estaba locamente enamorado.

Hoy

Esta mañana, casi veinte años después, su pasión serenada vio pasarle por delante, rápidos, ágiles, lúcidos, vívidos y vividos, los noventa años de José-Augusto França. 
Fue justo al volverse ella cuando los dos se encontraron, ella de golpe rejuvenecida, él considerablemente avejentado.

Ahora

En el auditorio 2, keynote speaker: Nicos Hadjinicolaou, ellos, como dos tórtolos, siguen cogidos de la mano. Son un hombre y una pasión, veinte años después, reconciliados.

(En cuanto a França, es ciertamente un hombre persistente y admirable)

viernes, 9 de noviembre de 2012

Música en libros I



"Sin embargo, yo, que también dominaba el tonito del habla mexicana (tantas películas rancheras había visto en mi corta vida), además de contar la película con descripciones de paisajes y todo, de pronto me largué a cantar las canciones interpretadas en la película (de tanto oírlas por los parlantes de las cantinas me las sabía todas). A ellos, que nunca me habían oído cantar, les extrañó que lo hiciera. Y que lo hiciera tan bien.
Incluso para mí fue una sorpresa.
Mi padre quedó deslumbrado. Especialmente cuando canté No soy monedita de oro, una de sus canciones preferidas. Ahí el demócrata se olvidó de los sufragios y plebiscitos y me dio por ganadora absoluta.'¡He dicho!', rugió cuando Mirto quiso insinuar una protesta".

La contadora de películas, Hernán Rivera Letelier, Alfaguara, 2009. Canta Cuco Sánchez.

jueves, 1 de noviembre de 2012

El día de los muertitos

Foto Giorgo Cossu

Fue una sorpresa encontrarse en Nápoles con el día de los muertitos. Entras en el Cervantes y te das de bruces con las tumbas de Carlos Fuentes y de Chavela Vargas. Todo de colores, cartón, papel pinocho y mucha cera. Menuda trabajera. Contaron que llevaban días preparándolo, Elsa López, Liliana, Gaby, Celina, Cristina, Domingo, y otros cuantos mexicanos afincados en la región de Campania, todos de manera desinteresada y casi sin decirlo. Cariño por la tradición y las fiestas populares, amor al México que se dejó y, supongo, también un homenaje a los suyos, a los que están y son y a los que fueron y estuvieron. Un corto divertido y taquitos de guacamole con pan de muerto. Lo mismo de su infancia, Niños, comeos también el pan, no os comáis sólo los huesitos, dijo Celina que les decían, y los otros sonrieron.

viernes, 26 de octubre de 2012

Pa libros, de donde haiga


Lo de arriba es verdad, pero también lo es, y aún me jode más, que en ese diario al que voy a volver dentro de poco, muchos padres se hayan resignado al Qué le vamos a  hacer si nuestros hijos no quieren estudiar y sí lo hacen los suyos.

 Qué lejos, padre, aquellos días de infancia los dos, tú y ella, delante del cofre, tú pidiéndole para el pienso de las vacas y ella negándotelo. Discutíais entre cuchicheos como si yo no fuera a enterarme y os tenía delante. Tú le pedías para poder vender gordos los terneros en la feria de mayo, o luego en la de septiembre, y ella te lo negaba porque quería guardar lo poco por si algún día alguno de nosotros caía enfermo y todo aquello.

Debía de ser verdad, no había para pienso compuesto, ni para plátanos, ni para otro chocolate que no fuera el de los platos, cristal o ámbar, y sin embargo, cuántas veces os lo oí decir:

—    Tú estudia que para libros siempre hay, y si no hay, se saca de donde haiga.

De dónde, me preguntaba entonces y aún hoy; y sin embargo, nunca me faltaron los libros ni creo haber faltado nunca a alguna de las excursiones.

(Que no vuelvan aquellos tiempos y que el dolor de estos no caiga en vano).

jueves, 25 de octubre de 2012

Desahucios

Foto: Álvaro García, El País.

Esta mañana la foto de Álvaro García en El País y desde entonces el pecho revuelto. Este muchacho desolado, la tristeza de su tía, de su abuelo, la ambición desproporcionada de los banqueros y sus serviles, los políticos, el todo vale de una sociedad infantilizada e irresponsable, el poco sentido común, la mala suerte, los treinta años de fanfarria, en fin, cuánto dolor innecesario y cuánto.

martes, 23 de octubre de 2012


Ayer, el Nacional del Cómic a Alfonso Zapico. Una alegría. Recuerdo la vez que estuvo en Bruselas. Lo anunciaron mal y cuando llegamos no había nadie. Pensamos, se habrá suspendido y nos dimos la vuelta, pero al salir, el conserje se interpuso en el camino y nos pidió, por favor, Esperen un momento. Echó mano al teléfono y estuvo hablando entre dientes sin quitarnos el ojo de encima. Luego llegó alguien y nos condujo sin decir nada a una sala en el piso de arriba, parecía que hubiera misterio, llamó a una puerta y allí, la directora y el responsable de Cultura del Cervantes y Zapico con su novia, y luego nosotros, claro. No llegó nadie más y fue una charla larga y entrañable, me pareció un tipo sin pretensiones, con mucha cabeza, también con mucho atrevimiento, pero muy humilde. Contó cómo empezó y lo que estaba haciendo. Café Budapest me encantó, luego todos los otros. Le sigo en su blog y tenía claro que este muchacho había llegado para quedarse, no obstante, me extrañó que le dieran ese sopapo tan pronto. En cualquier caso, hay que leerlo, lo edita Astiberri.


sábado, 20 de octubre de 2012

La narrativa de Hidalgo Bayal en la Université de Haute-Alsace


Dijo Bayal, tengo una sensación palindrómica. Se entendió, durante años soltando, en fila, a solas, contado por palabras, un mundo pequeñito que ahora se le presenta de vuelta hecho ya todo un universo.
 
Felipe Aparicio hizo posible que en Mulhouse, durante dos días, se pusieran en común muchas lecturas, muchas espléndidas, de una obra inabarcable y reapropiada de la que a Gonzalo le queda, si acaso, los derechos de autor. Por lo demás, rigor sin pavoneo, el espíritu bayaliano. Gracias, Felipe.

sábado, 13 de octubre de 2012

Pizza verdi y las jodidas apariencias


Las apariencias engañan, decían. Siguen engañando y siguen doliendo. Este corto de poco más de siete minutos interpretado por Marie Zamora y Norm Lewis va de eso. Amablemente, pero de eso. El guión y la dirección son de Gary Nadeau, un autor forjado en Hollywood y se nota. Su primer guión, leo, Jack, fue dirigido por Francis Ford Coppola y protagonizado por Robin Williams. No vi Jack, pero este me ha arrancado una sonrisa.

martes, 9 de octubre de 2012


Casi por casualidad, Héctor Cisneros, El poeta de la Lleca, Casa de la Cultura Ecuatoniana Benjamín Carrión, 2005. Poesía popular, de poeta sin formación, sin instituciones ni antología; leo que tuvo una vida difícil a la que le sacó partido, es probable que muriera apaleado, los poemas son como este de "La macateta", colección de textos infantiles, se titula Lo que quiere el guambra de la calle, y estaba manuscrito en hoja de cuaderno:

Nací más abajito
del agua pichincha
antes iba a la escuela, hoy no.

Cualquier nombre tengo
y Usted no me ve
caigo camino y peleo
cuando me dan motivo;
pero estoy bien en la calle
porque aquí trabajo y juego.

Vivo en una casa pobre
ahí mismo en el cuarto y la cocina
y estoy desesperado;
este ratito lo que más quiero
es trabajar y coger plata
para darles de comer a mis hermanos.

Y, además, de grande quiero ser soldado.
Y quiero para navidades zapatos
no me gustan los juguetes.

Quiero zapatos.

En la contraportada, a modo de presenación, este texto de Marco Antonio Rodríguez:
"Dicen que lo vieron el 1 de mayo de 1985 por la Diez de Agosto como a mediodía, repartiendo volantes de un grupo político. Dicen que ésta es una verdad a medias, que, en efecto, Héctor estuvo ese 1 de mayo por la Diez como a mediodía, pero flameando un poncho colorado, signo de otro enclave de izquierda. Isidro Pantoja, Secretario de Actas y Comunicaciones de una textilera en huelga, dice que ambas versiones son falsas porque el Poeta de la Calle pasó con él y sus compañeros celebrando el Día del Trabajo, bramándoles la sangre con sus versos: «Cuando nuestros guagas / ven una papa en la sopa / se hace luz en la cuchara. / ¡Una papa en la coladita / dicen... / La sopa ha estado con premio, / mamita!».

domingo, 7 de octubre de 2012

Versos sueltos II

Cuando el dolor se prolonga, cuando la vigilia se
apodera de mis párpados, mi propio sufrir me sirve
de descanso.
Método que fundó Chamil y cuya rigidez
aumentaron los que, como yo, vinieron después.

Ben Mutarrif,  (siglo XIII), poeta granadino.

jueves, 4 de octubre de 2012

El gris de la vuelta

Foto: www.minube.com

En Charleroi, efectivamente, afuera estaba gris. Ella, como los limpiaparabrisas, lo aclaraba todo un poco. Luego los tres paseando por Saint-Gilles, y hubo risas, y un corte de pelo, y cena libre. 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Bayal por lungomare


Abajo, en lungomare, el día leyendo El cerco oblicuo,

            y en la página 28, el protagonista afirma sin recato sus efectivos temores a los lugares difíciles, a la engañosa celada de los laberintos amorfos, reivindica su aversión física a las masas en desbandada y repudia rotundamente, como una veliedad inmoral, la pasión por el viaje, el riesgo y la aventura, la trinidad del que no se lleva bien consigo mismo.

Lo leyó sabiendo que una tarde de finales de noviembre, de lluvia y vendaval, de literatura otoñal muy distinta a esta de hoy, el autor había estado allí, quién sabe si, efectivamente, sin embargo, también él, a mal consigo mismo. En Nápoles un 24 de 2008 de letra fatigosa

martes, 2 de octubre de 2012

La bahía desde Posillipo

 Foto: Konstantin Mitroshenko

Siguió subiendo en tardes sucesivas, la bahía de Nápoles desde Posillipo, y al volver, cansado, se decía ¿Qué estarás buscando?

lunes, 1 de octubre de 2012

Nápoles

Anonimo, Scuola di Posillipo: "Napoli da Posillipo", gouache, tempera su carta, 27,5 x 38 cm

Quiso estar allí mucho después, pero ellos ya se habían ido.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Versos sueltos I


Sí, los cuerpos estrechamente enlazados,
los labios en la llave más íntima,
¿qué dirá él, hecho piel de naufragio
o dolor con la puerta cerrada,
dolor frente a dolor,
sin esperar amor tampoco?

De Estoy cansado de La realidad y el deseo.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Que estupidez o sangue nas calçadas!


Foto: Claudio Álvarez, El País.

Veo las fotografías de Madrid, leo las felicitaciones del gobierno, y me acuerdo del poema de O'Neill


Entre pedras, palavras...

Que estupidez o sangue nas calçadas!
O sangue fez-se para ter dois olhos,
um lépido pé, um braço agente,
uma industriosa mão tocante.
Que estupidez o sangue entre as palavras!
O sangue fez-se para outras flores
menos fáceis de dizer que estas
agora derramadas.

Alexandre O´Neill, Poesías Completas 1951-1981, Ed. Imprensa NacionalCasa da Moeda.

lunes, 24 de septiembre de 2012



– Cuánto ruido fuera, ¿no?
– Sí, es verdad, ¿te acuerdas de Vicente?

“No es el tema sino la manera de producirlo lo que lo hace ser novedoso. Los poetas que creen que porque las máquinas son modernas, también serán modernos al cantarlas, se equivocan absolutamente. […] Si canto al avión con la estética de Víctor Hugo, seré tan viejo como él; y si canto al amor con una estética nueva, seré nuevo.” Huidobro, V. Obras completas, Santiago de Chile, 1976, vol 1, p. 720.

domingo, 23 de septiembre de 2012

sábado, 22 de septiembre de 2012

Il salotto in piazza



2̅ periodico caffè. Il salotto in piazza. En este café, la tarde del sábado. Roma afuera, la maleta al lado, su calor, las confidencias... Efectivamente, como la salita en la plaza.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Esta es una buena noticia

Foto El periódico Extremadura

Qué bueno, a Diego Doncel le acaban de conceder el Premio de Novela Café Gijón 2012 por El tiempo de la infamia. No está mal esto de tener de vez en cuando una alegría.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Me dice


Me dice,

- Era el escenario de mis carreras de niña. Yo me acuerdo de las conversaciones de los sábados, de que tú venías a buscarme y nos íbamos andando a Cáceres. ¿Te acuerdas de las meriendas en la mesa camilla con las cántaras de leche en frente?

- Sí, claro, y de la tinaja del agua.

martes, 18 de septiembre de 2012

Felicidades


El azar, o la suerte de la mala suerte de nuestros mayores, quisieron que fuéramos vecinos. Los dos únicos niños, y huérfanos, con un enorme descampado a la redonda. Despertamos juntos a la adolescencia, ella por delante, sabía más y lo había aprendido todo en las fotonovelas Lancio y en el internado de las monjas. No debía tener más de trece años y ya era la encargada de su casa. Yo me iba con ella a hacer los deberes, pero como no le gustaban nada, nos poníamos a jugar a las revistas. Se sabía los diálogos de memoria, tenía la habitación forrada con recortes de Franco Gasparri y Max Delys, y tras la puerta, un póster grande de Kirk Morris en pose de boxador. Por necesidades del guión yo unas veces hacía de Delys y otras de Gasparri, pero ella siempre de Ornela Pacelli, en eso era intransigente.

¿Y qué vas a ser de mayor?, me preguntaban las visitas. Pero como yo cambiaba de profesión con la periodicidad de las fotonovelas de María Ángeles, en casa empezaron a adelantarse a mis respuestas: No sabe lo que quiere. Y era verdad, yo nunca quise ser médico, ni policía, ni piloto, yo lo que quería ser es lo que fuera Franco Gasparri.

Luego la mala suerte se siguió cebando con ella. Me contaba sin demasiado detalle los pormenores de la hemodiálisis, sus ingresos en Madrid, los trasplantes, los rechazos, pero, siempre enamorada, se entretenía con deleite en los enredos de la ilusión.

Hoy hacía los años, me acuerdo de una tarde tal como esta, al llegar a su casa tenía preparada una tarta de galletas, leche y azúcar, y una fotonovela nueva: Heros Zamora, Max Delys y Maria Antonietta. Los tres murieron jóvenes, como ella.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Fatoumata Diawara en Beaux Arts

 
La diva de Mali, la muchacha de la voz dulce, de terciopelo, la sutileza de la música mandinga con aire de jazz, de blues, esa mezcla dichosa. Mañana en Beaux Arts.

jueves, 23 de agosto de 2012

Daniel Mateu



Fue como un balazo. De camino y en un hotel de carretera el correo de Pepe Puñal con ese asunto tan feo, tan triste. Guardo de Daniel Mateu un recuerdo grato. Un hombre sencillo e íntegro. Discreto, bienhumorado, generoso, risueño, socarrón, de trato fácil y agradecido con el afecto. Tenía esa habilidad tan natural como escasa, tan admirable, la de saber posicionarse sin despertar inquina ni entretenerse en ella.

Cuando  llegué a Casablanca, por la edad de entonces, me tocó ser secretario de la CCP.  Me despistaba la complejidad de un centro integrado, el organigrama, las rencillas. Me enteré de que era de Primaria y había sido secretario y le pedí el favor de que me revisara el acta antes de entregarla. Acerté de pleno. Luego lo hizo con todas, siempre discreto y atinado. No sé si fue sólo por eso o porque hay hombres que facilitan enormemente el aprecio, pero desde entonces siento por Daniel una admiración muy sincera, un agradecimiento hondo e instintivo. 

Y ahora, esta desazón profunda y hosca, la noche en duermevela, el cuerpo revuelto. Qué tipo tan sanote, qué hombre bueno.

Programa: de Briviesca a Beaugency

 Foto: Loiseau
 En principio, el desayuno en Briviesca, luego por Hendaya hasta bien adentrados en Francia. La cena en esa pizzería de Beaugency, ¿te acuerdas, Emilia? El ruidito del agua del canal, la fresca… era día de mercado.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Helarte de amar


"Para Teresa y Antonio, que son de todas partes y de ninguna, estas historias frías para en días calientes". 

Sí, el libro se lee bien y es entretenido, ironía, humor, situaciones curiosas; propio para días de verano, en el sofá, tendido (pero mejor aquí más al norte). Y sí, también, algunos cuentos te dejan helado...

martes, 21 de agosto de 2012

El día de manaña


Llevaba tiempo detrás de Ignacio Martínez de Pisón, por eso le regalé a Isabel El día de mañana, lo leyó del tirón y le encantó. También del tirón y sí, se entiende el Premio de la Crítica. Las postrimerías del franquismo, la Barcelona anónima entretejida, los últimos coletazos de la represión, los episodios violentos de la ultraderecha, la Brigada Político-Social con sus soplones a sueldo, etc. Una novela excelente.

lunes, 20 de agosto de 2012

Ay, tanto amor y avergonzada

Dos meses después, con ya una semana de verano en Bruselas y calor, la voz de Cecilia Alessandra repartiéndose con insistencia por la casa. El Cardo o ceniza de Chabuca Granda en ese timbre que me encanta. Bossa nova, jazz, blues... fusión peruana.

jueves, 28 de junio de 2012

Las muertas de Jorge Ibargüengoitia

Las muertas de Jorge Ibargüengoitia (RBA, 2012) se lee del tirón pero duele mucho. Se dice en la contraportada que es la recreación de un caso real que conmocionó el México de los años sesenta, cuando  aparecieron varios cadáveres de prostitutas en distintas propiedades de las dos madame, dueñas de tres burdeles. Es una novela dura, muy bien construida, memorable. El sarcasmo ayuda a pasar el trago pero no alivia. Garraspera desde 1977.

miércoles, 27 de junio de 2012

Chesil Beach de Ian Mc Ewan.


Una historia de amor muy bien contada con unas páginas finales que te quedan el cuerpo nublado como los días. Ahora no me extraña en absoluto el reconocimiento unánime de Ian Mc Ewan. Chesil Beach (On Chesil Beach, 2007), con traducción de Jaime Zulaika Goicoechea, en Anagrama, es una novelita excelente. Para seguir, y no volverme mucho.

martes, 19 de junio de 2012

Melancolía


Hoy, la cantiga de ayer en la voz de Amalia Rodriguez. También esto es Lisboa. También estos paseos desnortados por entre callejuelas, esta tristeza vaga, profunda, sosegada, permanente que arrastro faldera cuesta arriba. Qué perra eres, melancolía. Qué jartible.

lunes, 18 de junio de 2012

Tanto puto sinvergüenza nos está dejando hechos un cristo


(H)ojeo Vinte e cinco obras-primas da poesia portuguesa e Vinte e cinco obras-primas da pintura portuguesa, con prefacio de José Augusto França, uno de esos libros caros que editaban los bancos para regalarlos, supongo (a ellos y ellos y a unos pocos más, entre estos, a los aupados en las elecciones locales, etc). El libro es de 2006, de cuando se zampaban (y se zampan), dos supongos, las indemnizaciones con las que ahora nos amenazan y nos acojonan (los unos y los otros).

De ahí, esta triste Cartiga, partindo-se de João Roiz de Castel-Branco, siglo XV.

Senhora, partem tão tristes
meus olhos por vós, meu bem,
que nunca tão tristes vistes
outros nenhuns por ninguém.

Tão tristes, tão saudosos,
tão doentes da partida,
tão cansados, tão chorosos,
da morte mais desejosos
cem mil vezes que da vida.
Partem tão tristes os tristes,
tão fora d' esperar bem,
que nunca tão tristes vistes
outros nenhuns por ninguém.

Y este Ecce Homo, una tabla sobre madera fechada en torno a 1490 y de autor desconhecido que se puede visitar en el Museo de Arte Antigua das janelas verdes.


Y así nos está dejando tanto puto sinvergüenza, con las esperanzas laceradas, rotas, de lastimoso aspecto

viernes, 15 de junio de 2012

Almada


Con el jardín al lado, el ventanal, en el mismo sitio en que solía, leo a Almada y reparo, sí, murió tal como hoy, hace cuarenta y dos años en el mismo cuarto del Hospital de San Luis dos Franceses en el que otros treinta siete años antes lo hiciera Fernando Pessoa.

Caprichosa coincidencia de cuarto sin día que te saca del letargo.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Vargas Llosa en Boma


José Antonio F. Fontanilla recorta, ordena y guarda. Tiene una hemeroteca de recortes. Probablemente el mejor fondo de recortes de periódicos de Cádiz y su provincia. Ahora en La narración corta en Extremadura III de Simón Viola aparece este, lo leo de nuevo y no resisto.

En la ciudad de Boma, capital de este inmenso país cuando se llamaba el Estado Libre del Congo y era propiedad privada del Rey de los Belgas, Leopoldo II, el señor Placide-Clement Mananga está entregado a luchar a favor de la civilización y contra la barbarie. Ésta, para él, no tiene la cara atroz de las violaciones, las matanzas, las epidemias y el hambre que adopta en otras regiones de su país, sino la del olvido. Monsieur Placide estuvo cuatro años de joven en un seminario católico, preparándose para ser cura. Pero el régimen de vida era muy severo y desistió. Tal vez en aquel periodo de ayunos, privaciones, oraciones y estricta disciplina contrajo el amor... El País

martes, 15 de mayo de 2012

domingo, 13 de mayo de 2012

Retaguardia Literaria en España (1900-1936)



Varios días de horas continuadas en la Universidad de Lieja oyendo hablar de la Retaguardia literaria, nombres repetidos, Astrana Marín, Casares, etc; también muchos curas combativos y postales ilustradas. Apabulla lo que saben esos nombres que ayudan a hacer la historia de la literatura, o la historia literaria, cada uno como prefiera, Romero Tobar, Serrano Alonso,  Palenque Sánchez, Serge Salaün,  Cecilio Alonso, Jean-François Botrel , etc y otros que apuntan. También el desparpajo y el saber de Ceballos Viro, fue quien lo montó y qué bien lo hizo. Ya se sabe, hay situaciones que intimidan a algunos en las que otros bailan. 

Y hubo quien se atrevió, “Gabriel y Galán, la ruralidad de la retaguardia”. Debajo algunas fragmentos razones del por qué el bate de la infancia estaba allí (hay más, razones y fragmentos),

A
La segunda enseñanza acabaría
de envenenarme al chico;
allí se le diría
que no era hijo de Dios, sino de un mico;
pues no le faltaría
uno de esos maestros de alma impía,
corruptores infames de menores,
que abusan sin piedad de la inocencia
y le infunde sacrílegos errores
por ganar para el diablo una conciencia.
    (“Sistema de educación”, Oo cc, 2004:1055)
B
Tal será nuestra existencia,
¡divino Código viejo!
tu letra, en la inteligencia;
tu sentido, en la conciencia,
y en las obras tu reflejo.
         (“Catecismo”, Oo cc, 2004:508)

A
¡Y tuvo novia! Una moza
de las que encuentran los malos…
¡Yo creo que hay moza que goza
Sabiendo que va a haber palos!
                    (“El jugador”, Oo cc, 2004:1203)
B
Si eres hoy niña aplicada,
Mañana joven honesta
Y luego mujer honrada,
Sólo una cosa te resta:
¡ser en el cielo premiada!
                     (“A Cándida”, Oo cc, 2004:1203)

viernes, 4 de mayo de 2012

Europa

Digamos que aprecio especialmente a tres países, los tres en los que más tiempo he vivido: España, Portugal, Marruecos. Desde ellos, en diferentes situaciones y por distintos motivos, añoré el funcionamiento de la otra Europa. Ahora vivo en esa Europa de las imposiciones y lo bien hecho y, sin embargo, esta mañana por ejemplo, una fila de lectores esperando a que abriera la Biblioteca Nacional. Hora de apertura, nueve en punto, tiempo de espera, cinco, diez minutos; no es mucho, tampoco es siempre, sin embargo es demasiado habitual. No recuerdo haber tenido que esperar a que abrieran (después de la hora, se entiende) la puerta de entrada en la bibliotecas nacionales de Madrid o Lisboa (en Marruecos no sabía si, y no iba). Será, como le leí alguna vez a Álvaro Valverde, que la vida está siempre en otro sitio. Y no sólo.
 
Por capricho y para ayudar a tragar, estos versos caprichosos de Pedro Garfías (a lo mejor de sus tiempos de La Carolina, cuando era recaudador de impuestos, antes de todo lo otro):


Los pájaros se tiran serpentinas
azules como arroyos
y todas las campanas
corren por los tejados persiguiéndose…

jueves, 3 de mayo de 2012

Después de (casi) veinte años


Después de muchos días, este inquietante Después de veinte años del sabio Gamoneda, ese que dijo "Yo no soy un hombre 'de pensamiento', quiero decir de pensamiento especialmente informado y provisto de método".

Cuando yo tenía catorce años
me hacían trabajar hasta muy tarde.
Cuando llegaba a casa, me cogía
la cabeza mi madre entre sus manos.

Yo era un muchacho que amaba el sol y la tierra
y los gritos de mis camaradas en el soto
y las hogueras en la noche
y todas las cosas que dan salud y amistad
y hacen crecer el corazón.

A las cinco del día, en el invierno,
mi madre iba hasta el borde de mi cama
y me llamaba por mi nombre
y acariciaba mi rostro hasta despertarme.

Yo salía a la calle y aún no amanecía
y mis ojos parecían endurecerse con el frío.

Esto no es justo, aunque era hermoso
ir por las calles y escuchar mis pasos
y sentir la noche de los que dormían
y comprenderlos como a un solo ser,
como si descansaran de la misma existencia,
todos en el mismo sueño.

Entraba en el trabajo.
La oficina olía mal y daba pena.
Luego,
llegaban las mujeres.
Se ponían
a fregar en silencio.

Veinte años.
He sido
escarnecido y olvidado.
Ya no comprendo la noche
ni el canto de los muchachos sobre las praderas.
Y, sin embargo, sé
que algo más grande y más real que yo
hay en mí, va en mis huesos:

Tierra incansable,
firma
la paz que sabes.
Danos
nuestra existencia a
nosotros
mismos.

(De Blues castellano)

domingo, 1 de abril de 2012

La trampa de las reglas

Leo, el directivo de tal o cual empresa gana no sé cuántos miles de euros por no sé cuántos otros de perjuicios o de pensión. Ayer, estos son los únicos presupuestos posibles. Mañana serán otros mismos los consejeros, amigos o familiares; pero también los mismos dañados y culpabilizados.
Y vista que este juego no tiene demasiada emoción ¿Por qué no cambiamos las reglas? ¿La baraja? ¡Al carajo la baraja!

viernes, 30 de marzo de 2012

Duele

Qué triste la vida de a quien le duele la risa de los suyos hasta gritar.

jueves, 29 de marzo de 2012

miércoles, 28 de marzo de 2012

Juegos para aplazar la muerte

 Juegos para aplazar la muerte

Descubrir en otro
la palabra precisa,
la desolada materia del sueño,
inmóvil, fija sobre el papel.
Palabra que nombra fantasmas
pero también llamaradas de vida
y -al fondo - el eco del mar,
su perdurable presencia momentánea,
olas y horas, sílabas y símbolos.
Todo lo que  nos queda, todo y nada:
juegos para aplazar la muerte.

Juan Luis Panero
(de Antología de la poesía española 1960-1975, Ed. Juan José Lanz).

lunes, 26 de marzo de 2012

Sostiene Tabucchi y literatura y desplazamiento


Un domingo de felicitación y de provecho. Terracita con sol, mucho café y mucha lectura. También inglés de niños y la muerte de Tabucchi, otro escogido de Lisboa, en Lisboa. Y otra vez, palabras y desplazamiento. 

(...) un comentario que una amiga artista me hizo en julio del año 2000. Ella había venido desde Roma para estar un mes por primera vez en Winnipeg, Canadá. Cuando llegó el momento de regresar a “su casa” en Roma, le dije: “Estarás deseosa de regresar a casa”. Hizo una pausa, me miró buscando las palabras adecuadas y me respondió: “Yo estoy siempre en casa. Estoy en casa en un avión, en ciudades, estoy siempre en casa porque mi casa soy yo. Nunca llego o me voy estoy siempre ya allí”. Es sin duda una elección, una manera de estar en el mundo, habitar un territorio en el que nos encontramos en un determinado momento. Es en este sentido en el que sostengo que nuestra “morada” es el instante, el presente. Y es en este presente donde una nueva cultura está siendo formulada, una nueva literatura que se resiste a la clasificación y a la inscripción.

sábado, 24 de marzo de 2012

El tipo del café


Compartimos café. Suele llegar a media mañana, se sienta en un taburete, sobre la barra, cerca de la esquina, casi siempre de espaldas a la puerta, y contempla. Debe de ser un tipo tímido, de esos que recogen la mirada cuando les sorprendes observándote. Luego desaparece. Casi nunca le he visto irse. Fabrizio Cassol es compositor y el saxofonista de Aka Moon. Una de las bandas de jazz más interesantes de Bruselas, de Bélgica. Una banda de jazz con veinte años de historia reinventándose continuamente. Jazz, música del mundo y vanguardia. Cultura y mestizaje. Los otros dos de Aka Moon son el bajista Michel Hatzigeorgiou y el batería Stéphane Galland. Creo que acaban de sacar Unison, su último disco.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Hoy, día de la poesía...

... una entrada y tres poetas

Poeta 1, Eugénio de Andrade, "Adiós , Todo el oro del día, Ed. Alfaguara.

Adeus

Já gastámos as palavras pela rua, meu amor,
e o que nos ficou não chega
para afastar o frio de quatro paredes.
Gastámos tudo menos o silêncio.
Gastámos os olhos com o sal das lágrimas,
gastámos as mão à força de as apertarmos,
gastámos o relógio e as pedras das esquinas
em esperas inúteis.

Meto as mãos nas algibeiras
e não encontro nada.
Antigamente tínhamos tanto para dar um ao outro!
Era como se todas as coisas fossem minhas:
quanto mais te dava mais tinha para te dar.

Às vezes tu dizias: os teus olhos são peixes verdes!
e eu acreditava.
Acreditava,
porque ao teu lado
todas as coisas eram possíveis.
Mas isso era no tempo dos segredos,
no tempo em que o teu corpo era um aquário,
no tempo em que os meus olhos
eram peixes verdes.
Hoje são apenas os meus olhos.
É pouco, mas é verdade,
uns olhos como todos os outros.

Já gastámos as palavras.
Quando agora digo: meu amor...,
já se não passa absolutamente nada.
E no entanto, antes das palavras gastas,
tenho a certeza
de que todas as coisas estremeciam
só de murmurar o teu nome
no silêncio do meu coração.

Não temos já nada para dar.
Dentro de ti
não há nada que me peça água.
O passado é inútil como um trapo.
E já te disse: as palavras estão gastas.

Poeta 2: Ángel Campos Pámpano, la traducción. 

Adiós

Ya hemos gastado las palabras en la calle, amor mío,
y lo que nos ha quedado no basta
para alejar el frío de cuatro paredes.
Lo hemos gastado todo salvo el silencio.
Hemos gastado los ojos con la sal de las lágrimas,
hemos gastado las manos a fuerza de apretárnoslas,
hemos gastado el reloj y las piedras de las esquinas
en esperas inútiles.

Meto las manos en los bolsillos y no me encuentro nada.
Antes teníamos tanto que darnos;
era como si todo fuese mío:
cuanto más te daba más tenía que darte.

A veces decías: tus ojos son unos peces verdes
y yo me lo creía.
Me lo creía
porque a tu lado
todas las cosas eran posibles.

Pero eso era en el tiempo de los secretos,
era en el tiempo en que tu cuerpo era un acuario,
era en el tiempo en que mis ojos
eran realmente peces verdes.
Hoy son sólo mis ojos.
Es poco, pero es la verdad,
unos ojos como los demás.

Ya hemos gastado las palabras.
Cuando ahora te digo amor mío,
ya no pasa absolutamente nada.
Y sin embargo, antes de gastarse las palabras,
estoy seguro de que todo se estremecía
sólo con murmurar tu nombre
en el silencio de mi corazón.

No tenemos ya nada para darnos.
Dentro de ti
no hay nada que me pida agua.
El pasado es inútil como un trapo.
Ya te lo he dicho: las palabras están gastadas.

Poeta 3: Álvaro Valverde, el homenaje, Desde fuera, Ed. Tusquets

Memoria de Andrade

La luz del sol, la cal,
el pájaro que canta en la enramada,
el umbral y el zaguán y la sombra,
la reverberación del mar
al mediodía y, por la noche,
el reflejo en sus aguas de la luna,
el patio de la casa de la infancia
y el niño que allí mira con tristeza,
el somnífero son de las cigarras
a la hora cesante de la siesta,
el árido paisaje de las viñas
colgadas de los últimos bancales,
el jardín con palmeras
y el muro calcinado, y en fin,
todo cuanto en mi vida
tuvo un día importancia,
cuanto valió la pena,
la materia de todo cuanto he escrito,
esto es, el alma y la sustancia
de mis sueños.

lunes, 19 de marzo de 2012

Los antimodernos


A vueltas con Los antimodernos de Antoine Compagnon. 

“Los antimodernos —no los tradicionalistas por tanto, sino los antimodernos auténticos— no serían más que los modernos, los verdaderos modernos, que no se dejan engañar por lo moderno, que están siempre alertas. Uno imagina en principio que debieran ser diferentes, pero pronto nos damos cuenta de que son los mismos, los mismos vistos desde un ángulo distinto, o los mejores de entre ellos”. “Barthes declaraba en 1971 que su deseo era situarse ‘en la retaguardia de la vanguardia´’, y a continuación explicaba el sentido de esta ambigua frase: ‘ser de vanguardia significa saber lo que está muerto; ser de retaguardia significa amarlo todavía’. No encontraríamos mejor definición del antimoderno que como un moderno arrastrado por la corriente de la historia, pero incapaz de guardar luto por el pasado”. “Todo esto sin olvidar que no hay moderno sin antimoderno, y que lo antimoderno en lo moderno es la exigencia de libertad”.

Sigo leyendo y, como una mosca en junio, no deja el Nocilla Team. El Afterpop de la dichosa Generación nocilla.

Antoine Compagnon (1950) es uno de los principales historiadores de la literatura francesa y profesor en la Sorbona y en la Universidad de Columbia.

sábado, 17 de marzo de 2012

Elías Moro en DVD Ediciones

Desde hace un par de semanas el poeta Elías Moro figura en la sección Firmas invitadas de DVD Ediciones.

Allí, algunos mandamientos como estos:

El cuchillo de lo leído abre la herida de lo escrito
Tengo una identidad anónima que todo el mundo conoce. Sospecho que algo falla.
Me gustaría volver a tropezar de nuevo con aquella piedra. 
Algunas decisiones, como las sopas en invierno, es mejor tomarlas “en caliente”, antes de que se enfríen y no haya forma, sí, de tomarlas. 
El poema es un fulgor que antes no existía


Y, ya puestos, de su libro En piel y huesos (antología poética), este poema:

BLUES DEL AMANUENSE

Yo solo digo lo que sé
y a veces hasta lo que no sé digo.

Pongo las palabras unas tras otras
y como una recua de mulas tercas,
confunden aquello que quiero decir,
todas las cosas que al final no digo.

Yo solo digo lo que no sé
y a veces hasta lo que sé digo.

viernes, 16 de marzo de 2012

El Havre

Anoche en el Artor's Studio, un cuento triste, pero muy bonito

miércoles, 14 de marzo de 2012

Este blog, por ejemplo


Hay un personaje de una novela de Juan Gabriel Vázquez que se llama Antonio.

En la página 66 de El ruido de las cosas al caer ese personaje dice "los diarios siempre me han parecido ridículos, una vanidad o un anacronismo: la ficción de que nuestra vida importa".

Hoy otro António de una ficción distinta piensa (casi) lo mismo, de este blog, por ejemplo.

martes, 13 de marzo de 2012

El blog de Luisa Antolín


La poeta Luisa Antolín estrena blog.

Y la entrada de hoy, con el Circo azúl de Marc Chagal, empieza así:

Lo había imaginado miles de veces. Día y noche, día y noche. De día, columpiándose en las ramas del árbol de los cuentos, de noche, navegando en el vértigo borroso de los sueños. Pero hasta ahora, siempre había encontrado una excusa apropiada y creíble para...

lunes, 12 de marzo de 2012

El árbol de las mariposas


De El árbol de las mariposas del poeta belga de expresión neerlandesa Anton van Wilderode ya escribió Álvaro Valverde hace unos años (A estas alturas del camino A.V. ha escrito ya sobre casi todo, y aún tan nuevo, diariamente, con atrevimiento, con tino). 
 
Aquí, sólo cuatro datos biográficos y un poema con traducción de José Luis Reina Palazón

Anton van Wilderode, seudónimo de Cyriel Coupé, es uno de los poetas belgas de expresión neerlandesa más conocidos y estimados en Flandes. Nació en Moerbeke-Wass el 28 de junio de 1918  y murió en Sint-Niklaas el 15 de de junio de 1998. Estudió Filosofía en Sint-Niklaas y en Gante, y Filología Clásica en la Universidad Católica de Lovaina. En 1944 se ordenó sacerdote y en 1975 la Universidad de Lovaina le concedió el título de Doctor Honoris Causa.

Tiene una obra abundante pero muy poco traducida. En español este El árbol de las mariposas. Un ejercicio retórico. 96 poemas en los que Anton van Wilderode pone en boca de Carlos V la historia de su vida, la de este y la de aquél, supongo. Desde la infancia a la muerte, siempre el único camino. 

En dan

En dan de dood. Eén amper ogenblik
(de leeggedronken beker valt aan scherven)
of een langdurig langzaam henesterven
(de wortelstok geleidelijk losgewrikt).

Zal het des nachts zijn zonder ander licht
dan wat de maan laat in de kleine ruiten,
misschien een morgen als het dag wordt buiten
of binst de weldaad van de schemering?

Zal het najaar zijn in grijs en rood,
verrukkelijk een lentedag vol vlinders
of als het koud wordt en wanhopig bitter?
En dan de dood, denk ik, en dan de dood

Y entonces
Y entonces la muerte. ¿Apenas un momento
(bebido hasta el fondo el vaso cae en pedazos)
o un largar y quedo irse acabando acaso
(como el rizoma arrancado lento, lento)?

¿Será de noche, sin otra luz nada más
que la que la luna al chico vidrio envía
mientras una mañana fuera se hace día
o en buen acto de la luz crepuscular?

¿Será un otoño en gris y rojo, fuerte
día primaveral de mariposas colmado
o hará frío e invierno desesperado?
Y entonces la muerte, pienso, la muerte.


domingo, 11 de marzo de 2012

Bibliothèque royale de Belgique

 Imagen de Frugal Café Blog Zone

Al llegar a la biblioteca, en la puerta, un cartel: exposición, por primera vez en Bélgica, sólo dos días.

Luego me enteré, la "Doble Águila" es la moneda más cara del mundo y, de todas las ediciones, esta de 1933 es la más valorada. Tiene detrás una larga historia de intrigas e ilegalidades y no ha vuelto a ser monetizada. En fin, subí y, en la tercera planta, allí estaba ella (u otra, esas cosas nunca se saben): majestuosa, brillante, blindada, pequeñita. Una moneda de oro de veinte dólares acuñada durante la presidencia de F.D. Roosevelt y eran curiosas las caras atolondradas de los que iban llegando, enfocaban la mirada, la volvían de soslayo al de seguridad, y al momento, literalmente, se pegaban a la vitrina. 

Detrás, contextualizando, el cartel de arriba.

Al salir, Qué poco me dice a mí esto de la numismática.

Doble águila de oro de 20 dólares de 1933

sábado, 10 de marzo de 2012

Coloquio en la Universidad de Amberes

Velázquez La mulata

En la Universidad de Amberes, el profesor Miguel Norbert Ubarri ha organizado unas jornadas en torno al tema: “Presencia de Flandes en España y América Latina, y presencia de América Latina y España en Flandes”. La finalidad era fomentar los contactos culturales entre Flandes, España y Latinoamérica; pero también estimular a sus alumnos, motivar nuevas investigaciones, tender puentes.

Ayer, por la mañana, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla Juan Miguel González habló sobre "El impacto del arte flamenco en la pintura sevillana del Quinientos"; luego su colega Jesús Rojas Marcos lo hizo sobre "La escuela pictórica sevillana: el Siglo de Oro”. Por la tarde, Lieve Behiels disertó sobre “Calderón en Flandes”; Miguel Norbert Ubarri sobre “Ruusbroec en España, Van der Weyden en Puerto Rico y Gaspar Becerra en Flandes” y sobre una tabla flamenca atribuida a Rogier Van der Wyden, la Virgen de Belén o de la Leche, una larga historia que él conoce como nadie; y César Manrique sobre la historia de los libros que se imprimieron en Flandes y llegaron a México.

De todo, lo mejor, el conocimiento repartido por la sala, una comida entretenida, la ironía bienhumorada de Juan M. González, el aprecio entre un profesor y su maestro, y ese saber estar de anfitrión, tan raro, tan sencillo en algunos, gracias Miguel.

jueves, 8 de marzo de 2012

Historias del estómago y el corazón


“Dijo Kafka que la literatura es el hacha con la que romper los mares helados que todos llevamos dentro. Y Ernesto Sábato, recordando lo que a su vez dijo Donne, explicó que ‘nadie duerme en la carreta que lo conduce de la cárcel al patíbulo y que, sin embargo, todos dormimos desde la matriz a la sepultara, o no estamos enteramente despiertos”. Con esta cita de citas arranca Candela Duel el prólogo de Historias del estómago y el corazón. Un libro con veintisiete relatos de trece autores que se lee con facilidad y resulta entretenido.

La comida es el hilo argumental que comparten todos los textos, como se dice en la contraportada, “el gran hilo rojo que los une todos en un collar”. Pero eso, y también se dice, es sólo el pretexto para hablar de esa imperfección que es la vida. La cocina es la excusa para escribir sobre lo de siempre, el amor, la soledad, la frustración, el recuerdo, etc.; y todo eso está en estos veintisiete relatos que se leen con facilidad, con sonrisa (a veces con mueca), que parecen escritos más para entretener que para impresionar, y también para jugar, porque aunque con demasiada frecuencia se nos olvida, también de eso se trata.

Quien se anime a leer Historias del estómago y el corazón va a encontrar casi todo, porque en estos veintisiete cuentos está lo de casi siempre: el deseo (“cordero remojado” o “galletas tristes” de Jesús Solana); el engaño (por ejemplo en los ojos de un niño en “La mancha de chocolate” de Arancha Moreno); la frustración (“Testigo mudo” de Carmen Elajabeita); la memoria de los nuestros (“Ida sin vuelta” de Belen Kayser); el dolor (de la rutina y el consuelo insuficiente de las pequeñas venganzas en “Mariposas muertas” de Arancha Moreno); la ilusión (muchas veces en el amor como única huida posible, la menos probable, en “La reina del sur” de Mar Navarro, por cierto; tres cuentos, tres registros, tiene mérito). Y también hay antropofagia, claro, es algo inevitable y previsible tratándose de cocina y literatura (por ejemplo en “Senen Cancelas, forense” de José Manuel Fernández, en “Limones, frambuesas” de A. Moneo, en “La ley de la vida” de Concepción Fernández, etc.); Y tampoco podía faltar el amor (regañón y tierno, desmemoriado y cómplice como en “Cena en casa” de Karen Winn, amor infatigable) y capaz de todo, incluso de sorprendernos (como en “La pecera” de Concepción Fernández). Y humor (con ocurrencia y un poquito de mala leche, como conviene), por ejemplo, en “Pedante cocido” de Karen Winn o “Ensalada de pijas” de Montse Blesa.

Hay también evocaciones literarias, a las que quizá son ajenos los propios autores (ya se sabe que esto de la memoria de lo leído es más cosa del lector que del autor), pero algunos cuentos ayudan a viajar (por la literatura). Por ejemplo, el ambiente de “Pavo asado con ostras o drama romántico” de Eva María Escribano a alguien le puede evocar la casona O ramalhete de Os Maias de Eça de Queiroz; la Amelia Láinez de “Restaurante ‘Casa Bernadette” a Lisbeth Salander de los Los hombres que no amaban…, etc.; o la fidelidad de la criada Bernadette en “El comedor de la familia Whistler”, ambos de José Manuel Borrallo a la Nunu de La herencia de Eszter de Sandor Marai, etc.

Y en Historias del estómago y el corazón hay también mucha muerte (con silencio y sigilo como en los cuentos de José Manuel Fernández) todas literarias, pero sin demasiada violencia, y en eso el libro, ahora que la violencia se ha convertido casi un género, es poco posmoderno, aquí se mata, sobre todo, como antes, envenenando (con cianuro en “Fuera de temporada” de Rocío Cuevas, ) o empujando por la escalera (“Como la vida misma” de Carmen Elajabeita), pero estas son sólo dos formas. Hay más.

Y como las comidas, muchos cuentos se sirven acompañados, y ganan. Firman las ilustraciones Rodrigo Muñoz Ballester, Miguel Rodríguez, Eva María Escribano, Juan José Suárez Brihuega, Alonso Trenado, Marta Kayser, David Ortega, Julián Loayza, Carmen Pérez y Javier Merino.

La pega, pues que algunos cuentos hubieran ganado si sus autores al cerrarlos no lo hubieran hecho con doble vuelta de llave, daña el resultado ese empeño en aclarar lo evidente, en explicitar lo sugerido, como si el lector fuera a necesitar siempre que el autor le hiciera de lazarillo. Pero es sólo una peguita, en general el libro se lee muy bien, y dice mucho de los autores, cuesta creer que quien firma cada cuento no lleve muchos años escribiendo. Y también dice mucho de quien no firma ninguno, de la persona a la que le dedican todos. Hay labores mal pagadas que deben de ser muy gratificantes, y quizá de eso esta Candela de la dedicatoria sepa bastante.