Gérard Castello-Lopes (1925-2011) se quería discípulo del humanismo de Henri Cartier-Bresson. Jorge Calado cuenta que era un hombre de aquellos que cuando entran por una puerta la gente se le queda mirando. Medía 1,90 y había sido un deportista destacado durante su juventud, además tenía una voz timbrada y una conversación interesante. Debió de ser un tipo seductor. António Barreto, que lo conoció bien, dijo de él que fue gran tímido, de aquellos que esconden su inseguridad en su erudición. Ahí también dice que tuvo una vida dividida entre el cine y la fotografía, en Lisboa y París. Le intrigaba cómo Sebastião Salgado conseguía fotografiar a la gente que no se dejaba fotografiar. Salgado le dio la respuesta, Voy a esos sitios inaccesibles y vivo allí durante seis meses antes de tirar la primera fotografía.
lunes, 30 de abril de 2018
miércoles, 25 de abril de 2018
25 de abril
En 1963 el cantautor Adriano Correia de Oliveira y el poeta Manuel Alegre se pusieron de acuerdo y sacaron Trova do Vento que Passa. La estrenaron por primera vez en una fiesta de estudiantes y ya casi desde aquel día se convirtió en un himno del descontento estudiantil. Los dos, con José Afonso, son los precursores del Canto de Intervenção. Música, poesía y revolución.
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Manuel Alegre Adriano Correia de Oliveira
sábado, 21 de abril de 2018
Salvación de la primavera
César Lucas
He leído muchas veces que Salvación de la primavera de Guillén es uno de los mejores poemas del siglo XX, debe de ser por eso, y por hoy.
Ajustada a la sola
Eres puro elemento.
¡Eres! Y tan desnuda,
Tan continua, tan simple
Que el mundo vuelve a ser
Fábula irresistible.
En torno, forma a forma,
Los objetos diarios
Aparecen. Y son
Prodigios, y no mágicos.
Incorruptibles dichas,
Del sol indisolubles,
A través de un cristal
La evidencia difunde
Con todo el esplendor
Seguro en astro cierto.
Mira cómo esta hora
Marcha por esos cielos.
Jorge Guillén
(Cántico, 1928)
Desnudez de tu cuerpo,
Entre el aire y la luzEres puro elemento.
¡Eres! Y tan desnuda,
Tan continua, tan simple
Que el mundo vuelve a ser
Fábula irresistible.
En torno, forma a forma,
Los objetos diarios
Aparecen. Y son
Prodigios, y no mágicos.
Incorruptibles dichas,
Del sol indisolubles,
A través de un cristal
La evidencia difunde
Con todo el esplendor
Seguro en astro cierto.
Mira cómo esta hora
Marcha por esos cielos.
Jorge Guillén
(Cántico, 1928)
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